Roberto Montaño, un cantaor con alma flamenca

En la actualidad, el flamenco cuenta con una nueva generación de artistas que están renovando y manteniendo viva la tradición del cante. Entre ellos destaca Roberto Montaño, un joven cantaor sevillano que, a pesar de su corta edad, ha logrado destacar en el mundo flamenco por su talento, su pasión y su profundo conocimiento del cante tradicional. Su estilo fresco y cargado de emoción ha conquistado tanto a públicos jóvenes como a los más experimentados en el arte flamenco.

El inicio de Roberto Montaño: un cantaor autodidacta

Roberto Montaño nació en Sevilla en 1999 y, desde muy joven, sintió una profunda conexión con el flamenco. Su pasión por el cante comenzó de manera autodidacta, buscando en los cantaores del siglo XIX y XX su inspiración y base para desarrollar su propio estilo. Artistas como El Carbonerillo, La Niña de la Puebla o Canalejas de Puerto Real fueron sus principales influencias al inicio de su carrera.

Aunque su aprendizaje fue inicialmente solitario, su afición y entrega al flamenco le llevaron a buscar la formación que necesitaba para seguir perfeccionándose. Fue en la Peña Sentir Flamenco, en la Universidad Pablo de Olavide, donde Roberto comenzó a recibir sus primeras clases formales de cante, sumergiéndose de lleno en el arte flamenco.

Un cantaor en constante evolución

A lo largo de su carrera, Roberto Montaño ha demostrado una gran capacidad para dominar los distintos palos del flamenco, algo que ha logrado gracias a su dedicación y constancia. Su constante interés por aprender lo llevó a recorrer los rincones más flamencos y puros de Andalucía, donde sigue perfeccionando su cante y aprendiendo de la tradición más auténtica.

En su trayectoria, ha sido semifinalista en el Concurso de Cante Flamenco “Naranjito de Triana” de Sevilla, un certamen que le permitió dar a conocer su arte y obtener una beca para estudiar en la Fundación Cristina Heeren. En esta prestigiosa institución, ha tenido la oportunidad de estudiar con algunos de los más grandes maestros del flamenco, como Esperanza Fernández y José de la Tomasa, quienes han sido fundamentales en su formación y evolución como cantaor.

Un cantaor presente en importantes escenarios

Pese a su juventud, Roberto Montaño ha tenido la oportunidad de actuar en prestigiosos escenarios del flamenco. Ha ofrecido recitales en importantes peñas flamencas como la Peña Flamenca “Amigos de la Guitarra” de Carmona, la Peña Cultural Flamenca Lepanto de Mairena del Aljarafe y el Club Matador de Madrid, entre otros. Además, su cante ha sido una pieza esencial en actuaciones junto a reconocidos bailaores, como Juan Tomás de la Molía, para quienes ha cantado en el acompañamiento del baile.

Uno de los momentos más destacados de su carrera fue su participación en la presentación del último álbum de la cantaora Esperanza Fernández, titulado “Se prohíbe el cante”, que se llevó a cabo en el Teatro Cartuja Center de Sevilla. En este evento, Roberto tuvo el honor de compartir escenario con otras grandes figuras del flamenco como María Terremoto, Jesús Méndez, La Tremendita y Argentina, lo que consolidó aún más su presencia en la escena flamenca.

El estilo del cantaor Roberto Montaño: la pureza del cante flamenco

Roberto Montaño es un cantaor que ha logrado fusionar la pureza del cante más tradicional con una frescura y una emoción propia de las nuevas generaciones de artistas flamencos. Su estilo se caracteriza por la profundidad emocional con la que interpreta los palos más profundos del flamenco, como la seguiriya, la soleá y la bulería, transmitiendo un sentimiento genuino y sincero en cada nota.

Además de su dominio técnico, lo que realmente destaca en su cante es la capacidad de Roberto para conectar con el público. A través de su voz, transporta a los oyentes a un universo lleno de duende, pasión y sentimiento, elementos que son imprescindibles en el flamenco más puro y auténtico.

Con su inconfundible estilo, su pasión por la tradición y su capacidad para aportar frescura al flamenco, Roberto Montaño es, sin duda, uno de los nombres a seguir en el futuro del cante flamenco. En Teatro Flamenco Málaga, su arte sigue siendo una de las propuestas más esperadas por los amantes del flamenco.